domingo, 21 de abril de 2013

Hola Callejón (canción tanguera)

Dónde está el soplido de viento salvaje
maratón de ruedas, luces de neón,
la gente que inventa cruzarte sin pase
entre la carrera de algún dormilón.

Dos camiones viejos, que tiemblan de fierros,
te cubren de sombra, con gritos de hollín
mientras en cadena se acumulan puestos,
te cortan el brazo, ya no resistís.

Pedís la lluvia
que truene el viento
pedís la calle
te dieron cerco

No ves la luna
al sol travieso
que ahora es sombra
con sed de fuego

Florido puño
vistió tu brazo
fingís belleza
llorás pasado

Siempre en la nostalgia, de tu vida en brío,
te acopiás en suelas que bailan traspiés,
la luna que besa, dibuja los giros,
tatuando tu pecho, quebrando tu fe.

Sos la vieja ochava, de filosa esquina
que frenaba al paso, moño del cordón.
Sos el escenario de fieles artistas,
naciste entre pistas, sos mi callejón.

Lourdes Cossio Alexandre 2012


Madre

 Madre Selva, ráfaga sórdida
como entiendes todas las pócimas
tus embrujos son mis anónimas
no te quiero, hambre amazónica.


jueves, 28 de julio de 2011

Por Amor (cancion estilo candombe)

POR AMOR

Vos…
vos sabias, vos sabias que
el amor irradia el sol
mas calientes que las tardes
del verano aquel…

Y…
que si el frio derrite tu amor
no lo olvides corazon
aquí estoy sembrando, mi pasion
por amor…por amor…por amor…

Amor…
amor puro, el unico capaz
de anular el odio y el rencor
de asperezas olvidar
de las guerras claudicar
del dinero socegar, la sed,
de ambiciones, de ambiciones
para amar…

Y…
Si a pesar de no encontrar la paz
no dejes de caminar
solo vos podras crear tu,
tu destino, esta escrito
uuu…uuu…uuu…

Y si al final¡¡
Esta vida no es casual
Aquí estas para cambiar
Con acciones lo que antes
no entendias

No busques mas¡¡
Coneccion es lo que hay
Una puerta al corazon
Una puerta a la vida
Para amar¡¡…para amar¡…para amar…

Lourdes C. Alexandre®

Esta letra fue escrita con el proposito de despertar o encender(me gusta esta palabra)la luz que todos llevamos dentro, para sentirnos enteros y unicos. Y sigo soñando y veo muchisima gente cantando al unisono ....por amor...por amor... je je y bueno

martes, 25 de agosto de 2009

Momentos encendidos


Al despertar, la luz suave del sol y la brisa cálida de primavera, encendieron esos sueños que alguna vez se hicieron realidad, hoy algunos recuerdos, otros el imaginario de un futuro incierto.
Tendida en mi cama y abrazada por la seda blanca, un intrépido deseo abrió al álbum de fotos que descansa hace tiempo en el último cajón. Me reincorpore y coloque los dos almohadones de funda árabe atrás de mi espalda, que bien se sentía urgir mi columna en ese descanso plumaje...Daniel me lo había anticipado _ te regalo estos dos almohadones porque a vos te van a venir mejor a mi.
La primera foto que me mira era yo, una niña sonriente en un sube y baja bastante destartalado, justamente por eso, con mi hermana Silvia esperábamos el momento de la caída libre tras algunas peripecias para descostillarnos de risa, anestesia a los golpes y los gritos de mama.
Escondida por debajo de un recorte de diario aparece la rueda de aquel carrito artesanal que abuelo nos había hecho. Para las ruedas había desmembrado aquel mueble viejo, soporte del wincofon herencia del tío Elvio. Lo llenaba el almohadón que abuela había cocido la noche anterior en un arranque de recuperar, aunque sea la lana vieja de sus cojines de antaño. Con Silvia elegimos los dibujitos mas lindos mezcla de monigotes y palotes infinitos, inspiraciones de todas las tardes junto al tazón de pan con leche que abuela nos embutía imponiendo a los presentes las obras de arte. Nunca olvidare el un, dos, tres que gritábamos al unísono con abuelo para despedirnos junto al carruaje por aquella pendiente vertiginosa, geografía en lomada de mis calles montevideanas. Un viaje interminable y veloz de cien metros que regocijaba cualquier corazón roto.
Ahora se asoma un pedacito de aquel vestido rosa, largo hasta los pies, lleno de bolados y florcitas rococó que compramos con mama en un local de Barbarella. Al fin pudimos comprarlo, faltaba una semana para mis quince, para guardar a esa niña sin tapujos y despertar a la insipiente mujercita que urgía de soutiens nuevos para albergar dos nueces, frutos de mujer. Cada día, cada hora, cada minuto eran estrellas de colores que en mis sueños estallaban para despertarme contenta y ansiosa por la llegada de aquel evento. Teníamos programada una gran fiesta, hacia mucho que no veía a papa y mama envueltos en un mismo plan, todos en casa estábamos pendientes de ese día. Papa aprovecho su estancia como socio trabajador en la parrillita y nos alegro la vista apareciendo con aquel lechón mas ancho que la puerta todo vestido de frutas, modelo en vivo para un cuadro de Arcimboldo. Después, las cajas de triples y saladitos, festín que jamás pudo reemplazar las pizzas caceras de mama abarrotadas de salsa, receta indiscutible de su abuela. Por ultimo apareció ella, la reina de la fiesta, la caja de sorpresas, corazón en dulce de leche, merengue y frutillas que enterranba al atesorado anillo, bagatela enriquecida de esperanzas y sueños en cabecitas vestidas de lazos que atan bucles, resortes en suerte de niñas felices.

miércoles, 5 de agosto de 2009

Renacere entre la bruma



Meridiano causante de las formas desprendidas hacia el infinito, despolarizadas, multiformes.


Desesperadas gotas multicolores, puntos aglutinados, hermanados por su color, calor.


Medios corazones tristes que se juntan para ser.


Y ahi voy yo, imanandome al cenit, para encontrar el limite a la feroz anciedad, aniquilada por placeres voluptuosos.


Mis manos no me sostienen, mis pies no me paran, mi pelo no se corrige, solo me acompaña el etereo cisne blanco que alucino, mientras cabalgo sobre el, en esta bruma silenciosa...de infinito espacio que ya no me ahoga, que ya no me asusta, porque mi cisne me acompaña, porque presiento un alma gemela esperandome para mirarnos, para mutarnos, para salir al otro lado...renovados, completos.
Lourdes Cossio

domingo, 25 de mayo de 2008

Que buen día me espera!

Una mañana antes... cuando abrió sus ojos, ensayó cinco minutos más de sueño provocando agradable placer a las seis horas ya dormidas. Cuando volvió a encenderlos se dio cuenta de la responsabilidad, se permitió una tregua y nuevamente el placer estaba primero, la jornada había sido muy larga. Lo pensó, lo analizó y finalmente lo decidió. Inclinándose sobre el respaldo de la cama, cerró y abrió los ojos tres veces, como esperando un permiso, una aprobación. De repente todo estaba claro, inspiró un aire nuevo chispeante de mágico candor. Su cuerpo ya era más liviano, la brisa tibia que entró por la ventana, abrazaba suavemente una piel nueva. Se inclinó y sentándose frente el espejo oval, observó un rostro lánguido, rozagante, esperanzado, una musa de Modigliani. Sus pies penetraron en el suave algodón de las pantuflas. Comenzaron a caminar hasta llegar a la cocina, impulsados por el momento esperado, ese agradable desayuno nuevo...
Su boca estaba seca, áspera la garganta. Abrió la canilla, calentó un poco de agua y el fuego la invitó a descansar sus manos, refregándolas como preparándose para algo nuevo. Tomó una taza, su taza, dos cucharadas de café, dos de azúcar y preparó el suave café de la mañana y sentándose frente a la ventana, cruzó las piernas, corrió sus dedos hasta encontrarse con el fondo de las pantuflas, aseguró su pelo detrás de las orejas y con un respiro de aire nuevo, olió el suave aroma del café hasta humedecer la punta de su nariz, queriendo penetrar en sus entrañas como un sediento en el desierto, abrió su boca y dejó que esa fusión sea la principal aliada en la mañana tibia de primavera.